Con la entrada de Venus en Escorpio inician las transformaciones rdicales. Del todo o nada. Del fermento emocional que madurará a fines de septiembre cuando se oponga a Urano en Tauro.
La belleza en el territorio de lo desconocido, lo que yace más allá de lo controlable con la mente.
Nos recuerda que el verdadero conocimiento se gana aceptando no saber.
Aceptando que algo se nos escapa y no es manejable.
Que quien afronta la oscuridad gana la luz.
Los que se enfrentan a la muerte descubren que es un paso y no un final.
Este es un momento en el que se nos pide que aceptemos que nuestra armonía en la vida se está rompiendo y no podemos poner en espera el proceso.
Puede ser doloroso o desalentador.
Se nos pedirá que aceptemos que la serenidad y el equilibrio se desintegren.
Que los que están a nuestro lado se revelen por lo que realmente son y no lo que pensamos o deseamos.
Las amistades y las relaciones pueden hundirse y ponerse frente a sus verdades ocultas.
La vida en las próximas semanas puede que no fluya según nuestras certezas, porque son esas certezas que cortan nuestras alas aunque no lo queramos ver.
¿Qué prisión estamos amando desde hace demasiado tiempo? ¿Qué ramas necesitan ser cortadas?
Si la vida tira no te eches atrás. Detrás está sólo lo que ya conoces, lo muerto.
Estas aqui para experimentar.
Ponerte a la prueba temblando de miedo y descubrir lo que esconde.
Como Hades en el mito probablemente, sólo enormes riquezas.
No tengan miedo ahora de perderse o de la oscuridad.
No tengan miedo de ver lo que necesita morir.
No tengan miedo de marcharse.
Renunciar. Decir basta. Cerrar puertas.
Porque cada muerte es elixir de vida nueva.
Todo lo que Muere se transforma.
Y lo que se transforma Vive.
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