La fragilidad… bendita sea.. acusada de ser la parte débil ha sido guardada en los meandros más escondidos de nuestro ser. Para defenderla hemos construido máscaras, papeles, identidades que defendemos día a día. La hemos metida en la sombra y nos hemos separado.
La fragilidad nos da miedo.. es esa parte que no permitimos expresar delante de los otros porque creemos que justo allí somos vulnerables y sufrimos tanto… no nos permitimos llorar delante de los otros, de vivir nuestras sensaciones auténticas y las reprimimos.
Y la vida ahora nos lleva justo en aquel espacio.. ¿y tú que haces? Te asustas, te enfadas, estallas, haces de todo con tal de no entrar…. y la vida te empuja aún más allí…. mientras resistas empujará… porque quiere tu rendición. Entonces cuando te rindas dejarás que todo lo que tienes escondido a ti mismo se exprese… y te aviso que te asustarás porque no tienes idea de todo aquello que celas dentro…. pero quédate allí y acógete… acoge la belleza de aquel niño herido, frágil, necesitado… acógete sin juicio y deja que sea cualquier cosa que sea.. una parte de ti …aquella dura y acorazada tiene que morir para dejar espacio al amor verdadero y auténtico… lo que ya eres y has olvidado y escondido.
Sólo entonces el Mundo iniciará a cambiar….porque te percatarás que no estás loco, ni diferente, ni eres menos que otros… más bien eres humano y dentro tienes un gran tesoro.. te librarás de las cadenas que te has puesto para esconderte y será todo mucho más ligero.
El sufrimiento deriva de las estructuras que creamos para protegernos.. y ahora es tiempo de destruir lo que debe dejar espacio a la verdad que ya eres. Y da miedo porque dentro de aquella fragilidad hay un gran dolor que has tenido que activar y experimentar, pero más allá del dolor encontrarás el amor que mereces, aquel que te has negado, lo que has olvidado de ser.
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