Este 2020 comienza con una fuerte concentración de planetas en Capricornio y la Luna unida a Neptuno. Es el tema natal del año, la revolución solar un poco de todos nosotros. El cielo nos pedirá que vayamos más allá de las formas y las apariencias, siguiendo el camino real del corazón.
Neptuno, al unirse a la luna, nos envía un mensaje claro: seguir el propio sentir, confiar en las propias emociones sin miedo. La energía femenina que habita en cada uno de nosotros debe guiarnos en la relación con los demás, con nosotros mismos, con el planeta. Ser pasivo, receptivo, escuchar, cuidar.
Toda esa concentración de planetas en Capricornio refuerza la necesidad de permanecer en silencio: no reaccionar sino actuar a través de opciones coherentes y conscientes. No hay ningún objetivo que alcanzar, ninguna guerra que combatir, ninguna batalla que ganar.
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