Iniciamos el período del verano donde somos llamados a limpiar aún más intensamente lo que ya hemos tocado con mano en los meses pasados y que quiere liberar algunas áreas de nuestra vida, como viejas estructuras limitantes, creencias, comportamientos automáticos, memorias, ilusiones, máscaras. Éste es el movimiento Yin que cada año, luego de la expansión, nos permite detenernos y mirar dentro nuestro.
Es la tendencia… la vida es así… en lo pequeño y en lo macro. Cada instante es una oportunidad para fundirnos con el momento que estamos viviendo y sacar de ello lo mejor. Desafortunadamente las acciones o lecciones que hemos postergado se vuelven más complicadas y difíciles de solucionar y provocan sufrimiento que no es otra cosa que el aferrarnos al dolor. Un buen flujo entre Yin y Yang, contracción y expansión, es necesario. En la contracción hay más lentitud casi inmovilidad porque se nos invita a ir dentro. En la expansión hay más velocidad, acción, propulsión a la acción.
Los momentos Yin y Yang existen continuamente, por ejemplo en la noche nos apartamos para luego expandirnos de día…cuando entramos en la fragilidad, Yin, cuando salimos, Yang, cuando estamos tristes, Yin, cuando nos alegramos, Yang, en fin, es un continuo alternarse de fases que no existirían la una sin la otra. Aquí la vida funciona así y nos toca aceptarla. Tenemos la manía de querer sanar todo, de querer arrancar de la incomodidad, de buscar explicaciones, estrategias, comprensiones….pero es justo en aquellos momentos que nos fortalecemos, que nos volvemos adultos, maduros, más grandes dentro y el corazón puede expandirse.
Este verano, el 2 de julio y el 16 de julio, tendremos dos Eclipses, uno total de Sol y uno parcial de Luna. El primero será en el signo de Cáncer y el segundo en Capricornio. Siempre tocan los nudos lunares por lo tanto la dirección de vida que todos, independientemente de nuestro signo zodiacal, somos llamados a vivir. El inicio oficial de la temporada está dada por la espléndida luna llena en Sagitario del 17 de junio… una espectacular bendición.
Hemos estado trabajando en nuestra fragilidad que nos lleva a la aceptación de la vulnerabilidad como punto de fuerza y no debilidad, como la sociedad nos enseña y pretende. Es aquella parte de nosotros más auténtica que a menudo llamamos sombra porque nadie está cómodo en aquel lugar. Hemos aprendido a rechazarla y repelerla, a esconderla a los demás siempre haciéndonos ver sonrientes, fuertes, capaces pero dentro de cada uno de nosotros existe un lado extremadamente vulnerable donde somos tan verdaderos!.
La herida más activa que estamos trabajando en estos tiempos es EL ABANDONO y las dependencias de todos los tipos que, en todo caso, indica un vacío interior. Este vacío se convierte en un torbellino porque quiere por fin ser visto. A muchos les dan ganas repentinas de llorar por la calle o a cada momento, y quizás son personas que no lloraron nunca. A muchos viene la sensación de vacío e intentan agarrarse más que nunca de cualquier cosa o persona aunque sea nociva. ¿Cuántos tratan de llenar aquel vacío buscando fuera?
Es una herida dolorosa. La soledad que se siente cuando no se escapa de ella es terrible. Es verdad que nacemos solos aunque somos muchos y todos unidos. Pero las lecciones de la vida las afrontamos solos y nadie puede hacer el trabajo por nosotros, ni los terapeutas ni los gurus del caso. Pueden ayudar ciertamente, pero las elecciones, la práctica, las decisiones somos nosotros a realizarlas. Llevando a la práctica aprendemos despacio como se hace y es el único modo posible, equivocando, cayendo e intentando de nuevo como en una escuela.
Estos períodos de transformación son profundos, dolorosos, a menudo sale lo peor de cada uno pero son extremadamente liberatorios…si piensan en que cosa ha provocado la guerra hace 60-70 años: ha reconducido a las personas dentro de un dolor que compartieron juntos mientras vivieron la misma experiencia y cuando entras en tu espacio de extrema vulnerabilidad y logras cuidarlo aceptándolo, entras en empatía y acogida con el de los otros y te pones COMPASIVO, cualidad humana por naturaleza. Esta cualidad permite tener relaciones más verdaderas y amorosas.
Este proceso puede ser de verdad terrorífico. Porque nuestra era ha torcido tanto el concepto de amor y vulnerabilidad, apostando a la inteligencia racional y omitiendo la emotiva que nos crea tanto dolor y problemas, que nos ha alejado siempre más de nuestro corazón y de nuestras cualidades intrínsecas. Y de estos modelos preempaquetados nace el victimismo, los verdugos y los salvadores, triángulo que te esclaviza impidiéndote la evolución y creando dependencias y miedo, el gran juez reforzando que punta el dedo sobre todo y todos creando separación.
Entonces comprenden cuánto sea complicado volver a la pureza si aún nos resistimos?. Los eclipses ayudarán a romper las estructuras que nos mantienen separados de estas partes nuestras, frágiles como cristales, que tienen sólo necesidad de nuestro amor, de nuestras atenciones, de ser reconocidas y abrazadas. Si seguimos buscando fuera lo que nos falta, no conoceremos nunca el amor verdadero. Si continuamos queriendo salvar a otros o a reclamar atenciones, reconocimiento y cariño porque no nos ha sido dado, estaremos renunciando a vivir plenamente nuestra vida por lo que somos realmente, seres humanos en conexión con los regalos que poseemos naturalmente como la verdad, el amor y la compasión.
En realidad somos empujados a aceptarnos y acogernos por lo que realmente somos. Es tan simple que nadie lo cree. Volver a nuestra verdad nos dona ligereza. Parar de desempeñar aquellos papeles sociales enfermos, sólo para tener amor en cambio es agotador. Estamos todos cansados de llevar máscaras. Se han vuelto demasiado pesadas en un mundo que pide verdad y esencia. Si te lo permitieras verías un milagro ocurrir. Se puede lograr tan fácilmente que nos resistimos a creer.
Los eclipses volverán la energía inestable por casi un mes y ayudarán a romper las resistencias que estamos poniendo a entrar plenamente en el proceso. Ahora es tiempo de escuchar y de volvernos presentes. Sólo así podemos crear relaciones sanas y amorosas, en la verdad y no en la ilusión. En el sostén recíproco y en la compasión, aceptando los momentos de retirada y expansión.
Es nuestro niño interior que se siente herido. Ahora es el adulto que debe abrazar aquel niño y cuidarlo. Aquel niño es el cáncer que vive dentro de nosotros y que se ha creado un escudo para defenderse y máscaras para sobrevivir. Ahora es tiempo de acogerse y de conectarse al amor, al calor que descongela, al fuego interior que calienta y une. Es tiempo de ser verdaderos y mostrarse auténticos, esenciales, inmensos y ricos en experiencias bonitas y feas que nos han formado.
Si te conectas al amor no necesitas perdonar a nada y ni a nadie. Es todo parte de un gran dibujo en el que bailamos constantemente. Depende de nosotros cómo aquellas experiencias nos tocan y por cuánto nos tienen en la sombra en lugar de conducirnos a la puerta de la gran luz. Depende de nosotros cuánto queremos todavía nutrir aquel pasado que en el presente no existe más.
Estamos frente a la verdadera y única versión de nosotros…. no sigamos rechazándola. Con el tiempo aprenderemos y descubriremos que es mucho más ligera la verdad que mil máscaras protectoras. Y todo iniciará de verdad a ser VERDADERO.
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