Sol y Quirón se encuentran hoy respectivamente a 04′ de Virgo y Aries, en trígono, dos signos que se respaldan recíprocamente para cerrar viejas heridas, muy viejas….considerando que Quirón está retrógrado en Aries y trae a flote antiguas temáticas atadas al sentido de no pertenencia, al recuerdo de las promesas destrozadas. El Sol en Virgo pone orden en el dolor tumultuoso de un corazón que se ha sentido siempre desterrado, llevándolo a hacer las paces con lo que ha sido. Las simbologías y los códigos de luz emanan pues una posibilidad importante, aquella de no identificarse más con lo que nos ha hecho sufrir. El sufrimiento todavía puede estar allí, pero podemos decidir no alimentarlo más, cerrándolo dentro de un círculo sagrado, donde será elaborado pero sin que continúe sangrando.
Ofrezcámonos esta posibilidad. Construyamos un altar en casa, pero también en el corazón, en el que honrar las antiguas identificaciones y las observamos durante días hasta que dejen de llamar nuestra atención. La vida es puro juego y magia. Actuemos por consiguiente y transformemos el tejido del cual está compuesto nuestra existencia.
El cielo nos da la posibilidad de cerrar círculos que han permanecidos abiertos demasiado tiempo.
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