Saturno retoma su movimiento directo y se une en el 13° grado de Capricornio con el Nodo Lunar Sur, la copa que contiene el agua de las memorias celulares. Es un movimiento que está ocurriendo y ha ocurrido en otros momentos del 2019, porque nos encontramos en un período en el cual aprender a alinear nuestra columna vertebral con los input intuitivos que el Ser nos manda con respecto a la misión que hemos venido a desarrollar. Esta conjunción ya ha ocurrido a fines de abril, a principio y al final de julio, a principios de septiembre y en estos días.
Quizás también es por ésto que hemos atravesado procesos de desestructuración tan fuerte. Saturno representa el arquetipo del Maestro Interior, las personas o las situaciones que encontramos durante la vida y que nos empujan fuera de la zona cómoda para poder crecer. Esto se vive como sentido de privación, una dificultad percibida como insuperable, que si la afrontamos en cambio, crecemos y nos sentimos fuertes.
La conjunción de Saturno al Nodo Sur es un empujón a observar todo lo que hemos vivido para hacernos responsables del pasado…para integrar en las células lo bueno y para dejar ir las toxinas venenosas de los rencores, del sentido de revancha, de las frustraciones y de todo lo no dicho.
La luz que se enciende va a iluminar espacios delicados, dentro del corazón, allí dónde custodiamos las imágenes de lo que nos hace reaccionar de más: injusticias padecidas prevaricaciones, manipulaciones, los rostros de las personas que nos han provocado sufrimiento.
He aquí, tomémonos la responsabilidad de liberar el corazón con la mayor ligereza posible. Hagámoslo por nosotros mismos, hagámoslo para sentirnos libres de volar, hagámoslo para sentirnos íntegros, sentirnos bien con nosotros mismos, empujando la respiración dentro de cada parte de nuestro cuerpo, dejando las células libres para vibrar.
Considerando que será justo en este ciclo que ocurre el equinoccio de otoño, diría que es un empujón para dejar que las cosas sucedan.
Otra sincronía es el hecho que la conjunción de Saturno y el Nodo Sur ocurre en Capricornio, en oposición al Nodo Lunar Norte en Cáncer, la manifestación de la misión del alma. Este eje Cáncer/Capricornio representa la entrada y la salida de las almas de este plano.
Este flujo de energía dona una fuerza especial a estos días, aquella de poder ir más allá de nosotros mismos. Como cada uno pueda, como uno se permite ser, como deseamos ampliar nuestra consciencia.
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