El 02 de diciembre Júpiter comenzó un nuevo ciclo en Capricornio, marcando un año de gran madurez y compromiso en llevar a consolidación todas las situaciones gestadas este 2019. No sólo eso. Se cierra un ciclo que comenzó en el 2008, la última vez que transitó en este signo. Ese año las cosas empezaron a cambiar, mostrando un tipo de mundo que ya no podía seguir igual. Hubo una enorme crisis económica que llevó a la gente a entrar en contacto con una vida diferente, más lenta, más cercana a la naturaleza. Nació la lucha contra el desperdicio y la cultura consumista. Nos estábamos preparando para el final del ciclo de 2012, cuando el mundo como lo conocíamos terminaría definitivamente.
Y así ha sido. El 2012 trajo una revolución a la vida de muchos de nosotros. Ahora nos encontramos en un nuevo 2008, pero mientras tanto hemos tenido acceso a un estado de conciencia de mayor presencia, lo que da un carácter interiorizado a la revolución que se producirá. En ese momento necesitábamos despertar, mucha más gente lo entendió ….de esta forma el trabajo de las energías cósmicas puede llegar al punto.
¿Y cuál es ese punto? La completa manifestación de lo que emana de nuestro núcleo primigenio, contenido dentro del cuerpo físico, célula primordial de la luz divina que descendió a una dimensión material para hacer una experiencia sensorial de amor. ¿Y dónde estamos nosotros respecto a esto? ¿Cuántas capas de negación nos mantienen alejados de esa Esencia? No estamos ni cerca de estar en contacto con toda esa alegría y anhelo de vida. La Vida llama a la Vida y el simple aliento es un acto de puro amor. ¿Nos damos cuenta de ello? Júpiter en Capricornio asume la tarea de hacer visible todo lo que nos separa de esta predisposición a la vida, a la alegría, al amor, a la serenidad, poniendo de relieve lo que falta para llegar allí. Por eso 2020 será un año difícil.
Con Júpiter no habrán dificultades materiales, los fuertes valores de Capricornio apoyarán la parte material de la existencia, la consolidación y el arraigo. Las dificultades serán internas, al sentirse atrapados en el estancamiento y en la fatiga de avanzar. Será evidente el miedo de moverse, de arriesgarse, de invertir en lo nuevo. Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que esos temores, ese sentimiento de inmovilidad, esa mirada desenfrenada, las situaciones sin atreverse a moverse, son situaciones que siempre han estado presentes. Sólo que ahora nos daremos cuenta, y va a ser muy complicado tratar de apartar la mirada.
El 2020 será un año de gran desnudez y honestidad interior. Se comprenderá muy bien la inutilidad de las máscaras, un punto muy importante de todo el período.
Luego habrá tiempo para examinar paso a paso las diferentes fases de desarrollo de los movimientos planetarios.
Desde el pasado 20 de noviembre, han pasado muchas cosas. En ese día, Mercurio volvió en movimiento directo a Escorpio, devolviendo la paz al corazón después del encuentro con los antiguos demonios interiores, y en el mismo día Marte entró en Escorpio y liberó un gran sentido de la esclavitud, generada por la autoestima madurada después de convertirse en los demonios que antes nos asustaban. Ahora podemos sentirnos preparados para dejar ir cualquier tipo de ilusión. Tal vez el ego se siente golpeado, La esencialidad fuerte de una existencia en la que el esfuerzo es contenido en nombre de la espontaneidad.
Estamos eligiéndonos a nosotros mismos.Jú
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