Marte hoy inicia su retrogradación. El cielo bloquea nuestros impulsos y nos impone el paso pesado de las revisiones con la aspereza connatural al Dios de la Guerra. Será fácil que en este momento puedan volver a nuestras vidas viejas cuestiones, personas, dinámicas.
Es posible que genere desencadenamientos de ira, y nos de la sensación de rodar hacia abajo una vez más, en cuestiones que creíamos superadas o resueltas.
Tendremos la impresión de haber avanzado poco y nada en proyectos o relaciones, de haber cantado victoria demasiado pronto. Tendremos la idea de que nuestros pies están en un pantano lleno de viejos retornos. Y no habrá lugar en este momento para la diplomacia. Porque se trata de temas vitales para nuestra evolución que ahora deben escapar a los dedos compasivos del compromiso. Estaremos en manos del instinto, de esa fuerza vital incomparable que nos impulsa, que nos hace pasar inevitablemente por la ruptura más o menos ruinosa de ciertos status quo, tal vez frágiles o engañosos, fruto de nuestros miedos e inseguridades.
Ares es la pasión indómita que destruye lo que debe destruirse. En Aries confluye el nacimiento y la destrucción. Porque se nace simbólicamente cortando lo que había antes. Porque sólo se puede construir habiendo derribado y respirado el polvo de la
caída.
Martes entonces será la tensión aguda, el clavo afilado que nos hiere e impide que nos acomodemos con demasiada facilidad. Nos pica, nos hace incómodo el paso, para que no nos estanquemos.
¿Cuál es nuestra irreverencia? ¿Qué reglas nos quedan estrechas? ¿Qué mentiras piadosas nos hemos contado? ¿A quién o a qué hemos estado diciendo “ok, no importa” durante demasiado tiempo?
De aquí a diciembre no se nos permitirá mantener las manos limpias si realmente deseamos vivir mejor en cualquier sector de nuestra vida.
Rompan, destruyan, ensucien, descuarticen, colapsen.
No siempre se puede conservar la ropa blanca cuando es tan potente la llamada a ser lo que aún no somos y que nos afama desde lejos como un sueño demasiado inalcanzable.
Seamos héroes. Seamos Luz. Seamos la nota más alta de nosotros mismos.m
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