Venus acaba de entrar en Piscis. Este paso del planeta de la afectividad, del amor, hace precisamente pensar en una dulce caricia del cosmos. Una de esas caricias que consuelan y que nos permiten adquirir una visión diferente del enredo del que nos estamos ocupando.
Sea lo que sea.
¿Y cuán valiosa es esta caricia en un momento como este? Preciosa cuán extenso es el mundo de Piscis.
Venus en Piscis trae a nuestro campo de conciencia el deseo de acoger lo que hay. Confiere a nuestro lado afectivo y relacional la capacidad de sentir y ser paciente.
Tratar a los demás con la acogida que nos daríamos a nosotros mismos.
Cuando se ven las propias miserias, la miseria del otro se convierte en la razón por la que logramos amarlo.
Y el milagro de la conexión entre nosotros y quien está delante se hace real.
Nivelados por la compasión.
Este es el milagro más grande que existe. La compasión rompe los límites. Borra las diferencias. Borra la separación y da a los ojos una visión más grande. Hace que puedan ver más allá.
Acoger al otro porque vive exactamente las penas que nos han pertenecido, porque vibra a nuestra misma intensidad, quizás incluso más dolorida. Cuando esto sucede nuestras vidas se llenan de armonía, dulzura, paz e incluso las grandes pruebas de la existencia se vuelven más soportables.
Trata de sonreír a alguien y escucharlo en lugar de cargarlo con tus quejas y acusarlo de lo que te molesta.
Intenta una sola vez superar un retraso, una ineficiencia, una injusticia que alguien te ha causado.
Piensa que tu visión de esa persona es limitada.
Que no conoces toda su vida, que no sabes qué dolores puede estar sintiendo.
Intenta tener compasión de los que te decepcionan.
Intenta con una pequeña decepción.
Un hecho de poca relevancia.
Entonces verás que tu vida mejora.
Que tu pecho se agranda, que la confianza aumenta.
Que la fuerza con la que afrontas los desafíos cotidianos crece.
Que por haber sentido compasión no te has vuelto más débil.
Sino más poderoso.
La compasión es un lujo que muy pocos pueden permitirse en este mundo.
Les deseo de todo corazón que se lo concedan.
Porque mientras más compasión se derrame en el campo de conciencia colectiva del Planeta, más inútiles serán las experiencias de dolor y separación.
¿Quieres apagar un incendio en el otro lado del mundo? ¿Evitar un acto de violencia en algún lugar por ahí?
Ten compasión de la persona que te hace perder los estribos en correos, en el supermercado, en el trabajo, en la familia, en el transporte público.
No es necesario encerrarse en un ashram ni meditar durante horas.
Se compasión. Sé la fusión de Piscis con el otro. Seamos Amor.
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