Libra es el signo que busca armonizar el tiempo y el espacio común, para que el paso de uno corresponda al avance tímido del otro, para que se cree un diálogo, un movimiento sincrónico recíproco, donde uno se siente movido por la curiosidad de conocer las intenciones del otro. La Luna Llena en Libra amplifica la observación de los movimientos entre dos personas que tratan de comprenderse, poniéndose a disposición del otro, para que sea posible crear un nuevo tejido de la realidad que nace de la mezcla de las dos voluntades.
Pero esto fluye si somos capaces de sentir el valor de nuestros sentimientos… seguirlos con espontaneidad y permitir manifestarlos. Ser fiel a sí mismo significa precisamente esto, aprender a vivir el momento en la belleza de la expresión de sí mismo. ¿Cuántos de nosotros podrían seguir la fuerza del Amor más allá de cualquier miedo? Miedo porque el Amor nos obliga al cambio, al reinicio, al abandono de la zona confort, a ponernos en una posición incómoda, a disgustarnos con las demandas de alguien. ¡Es un gran espejo! Nos pone a menudo a prueba, pidiéndonos el esfuerzo sobrehumano de abandonar todo tipo de defensa, de volverme vulnerable, desnudo, con tal de abrir el corazón, ya que éste no logra olvidar, una vez que ha conocido la bella resonancia que le hace soñar.
Tenemos un cuerpo lleno de maravillosas sonoridades armónicas y el Amor es capaz de manifestarlas todas. Si el mundo se acabara mañana, ¿cómo nos las arreglaríamos para hacerlas sonar una a una?
Feliz Luna Llena!
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